b.
"He visto los mejores cerebros de mi generación destruidos por la
locura, famélicos, histéricos, desnudos,
arrastrándose de madrugada por las calles de los negros en busca de
un colérico picotazo,
pasotas de cabeza de ángel consumiéndose por la primigenia conexión
celestial con la estrellada dinamo de la maquinaria de la
noche,
que, encarnación de la pobreza envuelta en harapos, drogados y con
vacías miradas, velaban fumando en la sobrenatural
oscuridad de los pisos de agua fría flotando sobre las
crestas de la ciudad en contemplación del jazz,
[...]
o hacían sufrir a sus torsos los tormentos
del purgatorio noche tras noche por medio de sueños,
drogas, pesadillas de la consciencia, alcohol y verga y
juergas continuas,
[...]
que vagaban perezosos hambrientos y solos a través de Houston en
busca de jazz o de sexo o de sopa, y siguieron al
deslumbrante Español para conversar acerca de América y
la Eternidad, desesperanzadora tarea, y así embarcaron
rumbo a Africa,
que desaparecieron en los volcanes de Méjico dejando tras de
ellos tan sólo la sombra de sus vaqueros y la lava y la
ceniza de la poesía esparcida en la chimenea que es
Chicago,
[...]
que mordían a los detectives en el cuello y chillaban con deleite
en coches de la policía por no haber cometido más crimen
que su espontánea y salvaje pederastia e intoxicación,
que aullaban de hinojos en el metro y se veían arrastrados de los
tejados enarbolando genitales y manuscritos,
que permitían que los virtuosos motoristas les dieran por culo, y
gritaban de gozo,
que mamaban y fueron mamados por esos serafines humanos,
los marineros, caricias de amor Atlántico y Caribeño,
que follaban por la mañana por las tardes en las rosaledas y el césped
de los parques públicos y los cementerios dispersando
su semen libremente a quien quisiera viniera quien viniera,
[...]
que copulaban extáticos e insaciados con una botella de cerveza un
amante un paquete de cigarrillos una vela y caían de la
cama y continuaban por el suelo pasillo adelante y
terminaban desmayándose contra la pared con una visión
del coño supremo y la eyaculación eludiendo el último
hálito de la consciencia
que endulzaron los coños de un millón de muchachas que se.
estremecían en el crepúsculo, y al alba se encontraban con
los ojos enrojecidos, pero dispuestos a endulzarle el coño
a la aurora, exhibiendo relámpagos de culo bajo los
graneros y desnudos en el lago, (19)
que salían de putas por Colorado en miríadas de coches robados para
una noche, N.C., héroe secreto de estos poemas, follador
y Adonis de Denver — regocijémonos en el recuerdo de
sus innumeras jodiendas de muchachas en solares vacíos &
en patios traseros de restaurantes, en rechinantes filas de
cines, en las cimas de las montañas en cuevas o con enjutas
camareras en familiares alzamientos de solitarias enaguas
a un lado de la carretera & especialmente de sus secretos
solipsismos en los servicios de las gasolineras, & también
en las callejuelas de la ciudad natal,
[...]
Estoy contigo en Rockland
donde imitas la sombra de mi madre
[...]
Estoy contigo en Rockland
donde acusas a tus doctores de locura y planificas la
revolución socialista Hebrea contra el Gólgota nacional
fascista
[...]
Estoy contigo en Rockland
donde hay veinticinco mil camaradas locos cantando todos
juntos las estrofas finales de la Internacional
[...]
Oh victoria,
olvida tu ropa interior somos libres
[...]
héroe secreto de estos poemas, follador
y Adonis de Denver — regocijémonos en el recuerdo de
sus innumeras jodiendas de muchachas en solares vacíos &
en patios traseros de restaurantes, en rechinantes filas de
cines...
que se desvanecían en vastas y sórdidas películas,
[...]
que tiraron sus relojes desde el tejado para emitir su voto por una
Eternidad fuera del Tiempo, & cayeron despertadores
sobre sus cabezas día tras día durante toda una década"
"He visto los mejores cerebros de mi generación destruidos por la
locura, famélicos, histéricos, desnudos,
arrastrándose de madrugada por las calles de los negros en busca de
un colérico picotazo,
pasotas de cabeza de ángel consumiéndose por la primigenia conexión
celestial con la estrellada dinamo de la maquinaria de la
noche,
que, encarnación de la pobreza envuelta en harapos, drogados y con
vacías miradas, velaban fumando en la sobrenatural
oscuridad de los pisos de agua fría flotando sobre las
crestas de la ciudad en contemplación del jazz,
[...]
o hacían sufrir a sus torsos los tormentos
del purgatorio noche tras noche por medio de sueños,
drogas, pesadillas de la consciencia, alcohol y verga y
juergas continuas,
[...]
que vagaban perezosos hambrientos y solos a través de Houston en
busca de jazz o de sexo o de sopa, y siguieron al
deslumbrante Español para conversar acerca de América y
la Eternidad, desesperanzadora tarea, y así embarcaron
rumbo a Africa,
que desaparecieron en los volcanes de Méjico dejando tras de
ellos tan sólo la sombra de sus vaqueros y la lava y la
ceniza de la poesía esparcida en la chimenea que es
Chicago,
[...]
que mordían a los detectives en el cuello y chillaban con deleite
en coches de la policía por no haber cometido más crimen
que su espontánea y salvaje pederastia e intoxicación,
que aullaban de hinojos en el metro y se veían arrastrados de los
tejados enarbolando genitales y manuscritos,
que permitían que los virtuosos motoristas les dieran por culo, y
gritaban de gozo,
que mamaban y fueron mamados por esos serafines humanos,
los marineros, caricias de amor Atlántico y Caribeño,
que follaban por la mañana por las tardes en las rosaledas y el césped
de los parques públicos y los cementerios dispersando
su semen libremente a quien quisiera viniera quien viniera,
[...]
que copulaban extáticos e insaciados con una botella de cerveza un
amante un paquete de cigarrillos una vela y caían de la
cama y continuaban por el suelo pasillo adelante y
terminaban desmayándose contra la pared con una visión
del coño supremo y la eyaculación eludiendo el último
hálito de la consciencia
que endulzaron los coños de un millón de muchachas que se.
estremecían en el crepúsculo, y al alba se encontraban con
los ojos enrojecidos, pero dispuestos a endulzarle el coño
a la aurora, exhibiendo relámpagos de culo bajo los
graneros y desnudos en el lago, (19)
que salían de putas por Colorado en miríadas de coches robados para
una noche, N.C., héroe secreto de estos poemas, follador
y Adonis de Denver — regocijémonos en el recuerdo de
sus innumeras jodiendas de muchachas en solares vacíos &
en patios traseros de restaurantes, en rechinantes filas de
cines, en las cimas de las montañas en cuevas o con enjutas
camareras en familiares alzamientos de solitarias enaguas
a un lado de la carretera & especialmente de sus secretos
solipsismos en los servicios de las gasolineras, & también
en las callejuelas de la ciudad natal,
[...]
Estoy contigo en Rockland
donde imitas la sombra de mi madre
[...]
Estoy contigo en Rockland
donde acusas a tus doctores de locura y planificas la
revolución socialista Hebrea contra el Gólgota nacional
fascista
[...]
Estoy contigo en Rockland
donde hay veinticinco mil camaradas locos cantando todos
juntos las estrofas finales de la Internacional
[...]
Oh victoria,
olvida tu ropa interior somos libres
[...]
héroe secreto de estos poemas, follador
y Adonis de Denver — regocijémonos en el recuerdo de
sus innumeras jodiendas de muchachas en solares vacíos &
en patios traseros de restaurantes, en rechinantes filas de
cines...
que se desvanecían en vastas y sórdidas películas,
[...]
que tiraron sus relojes desde el tejado para emitir su voto por una
Eternidad fuera del Tiempo, & cayeron despertadores
sobre sus cabezas día tras día durante toda una década"
Madrid: Visor, 1993
Howl (2010)
De Rob Epstein y Jeffrey Friedman
Con James Franco, Todd Rotondi y Jon Prescott
Productor: Gus Van Sant
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