a. No viene al caso, no es propio, que yo aquí diga algo de
Friedrich Nietzsche. No soy quién iba a decir. Ni siquiera un apunte. O sí: deprecia el evangelio alemán de
cervecerías y padece el mal francés. Ya baja El Caballo de Turín de Béla Tarr.
b. Sobre la rusa Lou Andreas-Salomé, nacida en 1861, sí
puedo, en cambio, reclamar cómo hasta hoy no tiene su biopic. Y justo hoy que
disfrutamos casi de una fiebre. Sus relaciones con Niezsche, Freud y Rilke son más
que suficientes razones.
c. Ménage á trois: “Discutíamos, reíamos y estudiamos juntos”.
d. Ya van dos películas en donde Cavani, quien para ésta se muestra de lo más valiente, destaca a hombres danzando.
e. Dominique Sanda, musa de Bernardo Bertolucci: 1900 y El Conformista y de Victoria de Sica: El jardín de los Finzi Contini.
e. Dominique Sanda, musa de Bernardo Bertolucci: 1900 y El Conformista y de Victoria de Sica: El jardín de los Finzi Contini.
Lo esencial se conoce en una o no se conoce nunca, mi amor.
Al di là del bene e del male (1977)
De Liliana Cavani
Con Dominique Sanda, Erland Josephson y Robert Powell
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