domingo, 12 de febrero de 2012

The Iron Lady


a. Se sabe que todos queremos ver ya a Meryl Streep haciendo de Margaret Thatcher, ¿dónde está?, ¿cuándo aparece?
Y efectivamente fue un espectáculo. Pero un detalle, he quedado confundido: ¿cuánto mide Meryl Streep? Lo digo porque en su anterior película, Julie y Julia, alta era. Y en El ladrón de orquídeas, Los puentes de Madison… ¿dónde averiguo cuánto mide? 
b. Desde el Duque de York hasta Maggie, hablo de lo que nos consta por el cine, todos trabajan su voz. El poder radica en la voz: ohhhhhhh, ahhhhhhh. Dice Meryl Streep que Maggie decía que más le preocupaba hacer algo que ser alguien. Recordaba así a su padre: “Cuide sus pensamientos porque se convierten en palabras. Cuide sus palabras porque se convierten en acciones. Cuide sus acciones porque se convierten en hábitos. Cuide sus hábitos porque se convierten en su carácter. Y cuide su carácter porque se convierte en su destino. En lo que pensamos, en eso nos convertimos.”
¿Apareció Maggie en la historia de Reino Unido o en la historia de todos nosotros en un momento donde prevalecían los sentimientos y eran mal vistos los pensamientos? ¿Acaso un romanticismo que no tenía registrado? ¿Se anticipó al ‘Me gusta?
Bueno, al final, no sentí que la película trascendiera la polémica enfocándose en la personalidad. No. Y no sé si fue por el personaje que no daba para eso o porque esta vez la habilidad del director no funcionó. No sé. Un ejemplo opuesto sería The Queen de Stephen Frears. Allí sí.
Y es que en la chimba tengo yo a una Maggie, la del partido conservador, la Roberts que llevaba el apellido de su marido, sí, como la mujer de muchas reformas políticas liberales (tomando nota de lo que recitaba Friedrich von Hayek) y épocas del IRA pero también la tengo tomando té con Pinochet.
Y no sale nada de su relación con la Casa real y nada de su ir a la par con Ronald Reagan.
Pero sobre todo, la tengo en la chimba ‘inspirando’ a tremendos Sex Pistols, The Clash, The Kinks, Paul Weller, Elvis Costello, Billy Bragg, Morrissey (no encontré un mejor video), The Beat, Pink Floyd (dicen) y, seguro, a tantos más. El soundtrack de This is England, otro ejemplo. En suma, gentes a las que sí debemos creer.
c. Mencionan a Belaunde y su propuesta de paz como presidente del Perú en la Guerra de las Malvinas y recuerdo como años después Menem le vende armas a Ecuador en nuestro Conflicto del Cenepa. También, pero ya no con cólera, recuerdo a Charly García y Raúl Porchetto.
d. Yo vi un niño correr, como Maggie recordaba a su hijo. Lo vi correr desde sus cinco años, más o menos, hasta que cumplió trece o catorce. Después no recuerdo haberlo visto correr. No mucho, por lo menos. O ya era distinto. De niño corría gracioso, como que levantaba mucho los brazos y casi los levantaba en aspa. Eso al compás de su cintura que de extremo a extremo bajaba y subía. Corría gracioso. Lo recuerdo con cariño. Ahora lo veo menos. Ese niño se llama Gabriel.
¿Heil Thatcher, mi amor?

The Iron Lady (2011)

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