sábado, 13 de abril de 2013

Vertigo

a. Rendido antes una obra maestra. La vi y supe que nombre ponerle a este tipo de películas. Estas son las Qué más puedo decir yo.
b. Como para el caso de Woody Allen sería interesante hacer un registro de la primera escena, la primera toma, de donde arranca la cámara en cada una de las películas de Hitchcock.
c. Un maestro del suspenso, de la música y la luz.
d. Una película para verse antes de ir a San Francisco a la que tampoco es que le falten películas. Donde todos deambularíamos ("conozco el camino (no hay camino)"), con más o menos suerte seguro lo que no parecen asesinos. Donde casarse es una forma de ingresar a un negocio. 
e. Vertigo (en español Vértigo) es una historia de amor. Y me da que pensar: al margen del estilo o del presunto truco hitchcockiano, la película sostiene que un hombre podía enamorarse, decir te amo, con sólo seguir a una mujer durante un par de días. Dudable que eso pase ahora, creo, pero a su vez uno se reconoce en ello: así estamos hechos, de eso estamos hechos. En tanto sentimientos (su origen, su modo de expresión) ha pasado tanto en medio siglo y no ha pasado nada. No sé, quizá sea el fantasma de esa maldición china que nos hace creer que vivimos tiempos interesantes.  
f. Lo hace seguro el maquillaje, la ropa o el cambio de época pero qué vieja se la ve a Kim Novak a sus 26 años.      
f. Hablan los patidifusos: el dato del sostén, el fetichismo de Hitchcock para con él (lo pongo aquí en la segunda captura), y la presencia del verde.

Vertigo (1958)
De
Con  y

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