domingo, 18 de octubre de 2020

The New Pope


a. En principio, valgan verdades, creo que veo pocas series. Tal vez porque hay tantas, para todos los gustos, y todavía no sé cómo acercarme a ellas. Temo quizá engancharme con alguna por la que al final sienta que no valió la pena. No sé. Igual, ya porque van ganando estas o porque voy cediendo yo, cada vez me ocupan más atención, tiempo, espacio. Aunque todavía no me da por apuntar siempre algo sobre las que veo. Debo decir también que me gusta verlas completas, prefiero que terminen de salir en su total de temporadas y de ahí las veo a mi ritmo. 
b. Aquí estuvo fácil escoger o decidirme. Porque se trataba del Vaticano según Sorrentino, imposible que hubiera pierde. Y de hecho no lo hubo. 
c. Hay, en general, algo pop o posmo (el clip de presentación con el cigarro o el baile final del episodio 8 de la segunda temporada, por ejemplo) con lo que creo que Sorrentino siempre garantiza entretenimiento, pasar un buen rato.
c. Manson y los stones en el OST. 
d. El tono aristocrático que le impone Malcovich. Sus frases del estar por encima del espectáculo, el encierro como libertad, la biblia que no se puede actualizar porque sino queda como un iphone o el cristianismo como la más grande novela.
e. La importancia de saber esquiar. 
d. El protocolo o la elegancia: Oxford ya no es lo que era...
e. ¿Una monja enana?... Faltó un ciego.
f. El poder del misterio, lo macabro en este. 
g. Los radicalismos como la peor auto amenaza contra la institución.
h. El poder que da la "castidad" o la "castidad" y el poder. 

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